Tener la potencia adecuada en un hogar significa no pagar más luz de la que se consume ni tampoco que salten los plomos por tener menos potencia de la necesaria.
En Finques Vallbona te mostramos cómo calcular la potencia que debes contratar en tu hogar.
Cuando hablamos de potencia eléctrica estamos refiriéndonos a una potencia máxima medida en kilovatios que soporta la instalación de una vivienda cuando se han encendido todos los aparatos al mismo tiempo.
Esto significa que cuantos más dispositivos eléctricos necesitemos tener en casa, mayor potencia tendríamos que contratar pero esto encarece la factura mensual, puesto que una parte de la misma depende de esta parte fija.
La potencia contratada en una vivienda no depende de su tamaño sino de cuántos electrodomésticos y aparatos eléctricos se tienen que utilizar habitualmente, así como cuál es la potencia de cada uno.
Es importante saber que bajar la potencia contratada no tiene ningún coste pero sí que tiene coste subirla.
Para saber si tenemos más potencia de la necesaria, se puede realizar el encendido de todos los electrodomésticos que hay en la vivienda hasta que salte el ICP, en el caso de que no salte, es que tenemos contratada mucha más potencia de la que necesitamos.
En una vivienda de entre 60-80m² en la que viven entre dos y tres personas y se utilizan los dispositivos electrónicos básicos, la potencia debería ser de 4,6 kW. Si se cuenta con un equipamiento medio que incluya aire acondicionado, secadora y horno eléctrico hay que subirla a 5,75 kW y en el caso de un equipamiento más elevado tendríamos que llegar a 8,05 kW.
Si tenemos dudas para ajustar nuestra potencia, lo más recomendable es acudir a un técnico electricista que haga un cálculo, instalar un contador de luz inteligente o monitor de consumo o utilizar una calculadora de potencia online.