Desde hace unos años hay muchas personas interesadas por las cooperativas de viviendas, ya que son una forma más económica de poder acceder a una propiedad.
El incremento de precios en el suelo y en la construcción hace que las personas estén buscando alternativas para poder convertirse en propietarios de un inmueble a un precio más asequible.
En Finques Vallbona te explicamos cuáles son las ventajas y riesgos de las cooperativas de viviendas.
Una cooperativa de viviendas consiste en una autopromoción individual de casas unifamiliares en las que varios propietarios promueven una urbanización o un edificio plurifamiliar donde se ubicarán las futuras viviendas.
Se trata de personas particulares que encuentran viabilidad en una operación para la adquisición del suelo y la construcción de las viviendas, aunque no van a obtener beneficios, donde consiguen inmuebles a un precio más asequible sin pagar intermediarios.
Sin embargo, en una cooperativa desde viviendas la clave son las personas que la conforman, que tienen que buscar el suelo y posteriormente contratar el proyecto y solicitar la licencia de obra, una vez que han constituido la cooperativa y se han convertido en autopromotores.
Como decimos, la ventaja principal de comprar una vivienda en una cooperativa es el ahorro en el precio final del inmueble, además de que una cooperativa está regulada legalmente y cualquier cantidad que se entregue para la compra de la vivienda estará avalada, lo que supone una gran seguridad aunque se compre sobre plano.
El riesgo principal de una cooperativa de viviendas es que como cada cooperativista es autopromotor, cuentan con los riesgos inherentes a cualquier promotor, como puede ser el aumento de precios durante el proceso de construcción o que se alarguen los plazos por temas administrativos y/ o urbanísticos.
Lo más recomendable antes de convertirse en cooperativista es asesorarse por parte de profesionales que suelen ser gestoras con un reconocido prestigio que cuenten con experiencia en promociones cooperativas.