Según los expertos, el Banco Central Europeo está intentando contener la inflación y por lo tanto, el año 2022 va a convertirse en el primero después de una década, en el que se empiece a notar un incremento de los tipos de interés.
Esto significa que el Euribor empezará a subir y se empezarán a encarecer las hipotecas variables, lo que apunta a que puede ser un buen momento para cambiar la hipoteca de una variable a una fija.
En Finques Vallbona te contamos cómo y cuándo conviene cambiar de hipoteca variable a hipoteca fija.
Esta subida del Euribor afecta principalmente a las hipotecas a tipo variable, por lo que ahora mismo, nos encontramos en el escenario perfecto para decidir cambiar nuestra hipoteca de variable a fija, con el objetivo de mantener en una cuota constante durante el resto del préstamo hipotecario y que no nos afecte la subida del interés ni a corto ni a largo plazo.
Para poder realizar un cambio de hipoteca variable a fija hay que negociar para cambiar los términos del contrato de esta hipoteca con la entidad bancaria, esto significa realizar una novación hipotecaria.
La otra posibilidad es realizar una subrogación hipotecaria, es decir, cambiar directamente la hipoteca haciendo un cambio de banco, por lo que podremos aprovechar para realizar todas las modificaciones que necesitemos y mejorar todas las condiciones de nuestro préstamo.
Lo que sí conviene conocer son los gastos que conlleva el cambio de hipoteca, tanto si se realiza una novación como una subrogación, y que suponen una comisión asociada a cada operación que depende de lo que se haya establecido en el contrato de la hipoteca. No obstante, tras la nueva Ley Hipotecaria de 2019 estas comisiones están limitadas por ley y oscilan entre el 0 y el 1% en el caso de la novación y entre el 0 y el 0,50% para la subrogación, teniendo en cuenta la antigüedad del préstamo.
Lo más recomendable es hacer números y comprobar cuál de las dos opciones nos puede resultar más beneficiosa antes de tomar una decisión.