La mayoría de las personas que va buscando vivienda prefiere elegir una en la que pueda entrar directamente a vivir, por eso, algunos inversores ven un buen negocio en aquellos inmuebles que aunque necesiten reformas, suelen estar a un precio por debajo del mercado, por lo que merece la pena arreglarlos para venderlos sacando una mayor rentabilidad con la operación. Sin embargo, esta práctica requiere de ciertos conocimientos y cierta experiencia para que realmente resulte rentable.
En Finques Vallbona te contamos si conviene comprar un inmueble para reformar y vender después.
La crisis provocada por la pandemia del coronavirus ha generado muchas oportunidades de compra en el sector inmobiliario, por lo que actualmente se pueden encontrar inmuebles a muy buen precio que necesitan reformas pero que una vez realizadas, pueden incrementar su valor y venderse a un precio mayor. No obstante, esta operación conlleva algunos riesgos y hay que tener en cuenta ciertos aspectos para poder tener éxito con este tipo de transacción:
Contar con dinero previo
Es una de las primeras cosas a tener en cuenta, el comprador debe disponer del dinero suficiente como para comprar la vivienda por adelantado, ya que de necesitar financiación bancaria, se aumentarían significativamente los costes de la operación, además, no disponer de liquidez puede resultar un problema si la reforma sale más cara de lo esperado.
Analizar el inmueble
Independientemente de que vayamos a comprar un inmueble para reformar, es importante que al menos esté en un estado relativamente aceptable para no tener que invertir demasiado dinero en las reformas ni encontrarnos con problemas estructurales del inmueble, lo que encarecería mucho los trabajos. Otro factor a tener en cuenta es la ubicación, ya que este es un aspecto fundamental para luego vender de una manera rápida el inmueble.
Calcular bien los costes
Para que está operación salga rentable hay que calcular muy bien tanto el precio del inmueble como la reforma que se va a llevar a cabo y los posibles imprevistos, siempre teniendo en cuenta cuáles serán aquellos cambios y reformas que añadan valor a la vivienda.
Si hemos sido capaces de tener en cuenta todos estos aspectos, llegará el momento de vender el inmueble y entonces sí podremos sacarle rentabilidad.