Aunque cada vez hay más gente que se decide por el alquiler, en parte debido a la dificultad del acceso a la vivienda y en parte, debido a las nuevas mentalidades y formas de llevar la vida, lo cierto es que tradicionalmente en nuestro país se tiende más a la compra de una vivienda.
El hecho de optar por comprar o alquilar un inmueble siempre va a depender de ciertas circunstancias personales pero también de algunos factores objetivos, en cualquier caso, ambas opciones tienen sus ventajas y sus inconvenientes.
En Finques Vallbona te explicamos cuáles son las ventajas y las desventajas de comprar una vivienda.
En el caso de que hayas decidido comprar una vivienda, es importante que tengas en cuenta los pros y los contras, además de buscar asesoramiento profesional para tomar la decisión correcta.
Ventajas de comprar una vivienda
Aquí se engloban diferentes aspectos sociales, económicos, etc., que influirán en la decisión.
Tenerla a tu gusto
Sin duda una de las grandes ventajas de comprar una casa es que podrás decorarla a tu gusto y adaptarla a tus necesidades sin tener que pedir permiso.
Poder destinarla a lo que quieras
Una vez que eres propietario de un inmueble puedes destinarlo al uso que desees, ya sea como primera vivienda o como segunda residencia o incluso prepararla para alquilar y sacarle rentabilidad.
Mayor tranquilidad
Un hogar propio significa que no tienes que estar pendiente de un contrato de alquiler ni dependiendo de las decisiones que pueda tomar el propietario.
Revalorización e inversión
Por lo general, un inmueble se va a revalorizando con el paso del tiempo, además comprar una vivienda es invertir dinero en una propiedad que luego podrás rentabilizar vendiendo o alquilando.
Desventajas de comprar una vivienda
Sin embargo, la compra de una vivienda también cuenta con una serie de desventajas:
Ahorros previos y más gastos
Para poder comprar una vivienda hay que contar con unos ahorros previos que incluyen los gastos de compraventa y el porcentaje que el banco no va a financiar, un 20% del importe de venta, en el caso de necesitar hipoteca.
Además, al ser propietarios tendremos que pagar los impuestos correspondientes y contemplar todos los gastos mensuales y anuales.
Menos flexibilidad
Si cambian nuestras circunstancias personales o laborales o simplemente no estamos del todo a gusto con la vivienda o con la zona, resulta más complicado cambiar de vivienda.