Cada vez somos más los que nos preocupamos por buscar otro tipo de viviendas, que además de mejorar nuestra calidad de vida, nos ayuden a proteger el medio ambiente y a optimizar el ahorro energético.
En Finques Vallbona te contamos qué es una Passivhaus y cómo funciona.
Una Passivhaus o Casa Pasiva es aquella que está construida según el estándar alemán Passivhaus, esto significa que esa vivienda, tiene en cuenta en su construcción las condiciones climáticas y geográficas, con el objetivo de optimizar las condiciones atmosféricas y conseguir un ahorro energético.
Estándares y principios básicos de la Passivhaus
Aislamiento térmico excelente
Para ello hay que conseguir una baja transmitancia térmica, tanto de las paredes como de la cubierta.
Puertas y ventanas de altas prestaciones
Las puertas y las ventanas son los elementos por donde se escapa la mayor parte de la energía de una vivienda, por eso, no solo hay que tener en cuenta el tipo de ventanas sino su ubicación y su colocación.
Eliminación de los puentes térmicos
Usando materiales de resistencia térmica mayor y cuidando las juntas de los elementos constructivos.
Combinación de ventilación natural y ventilación mecánica
En épocas más calurosas mantener la ventilación natural. Por otro lado, una ventilación mecánica con recuperación de calor, que proviene de las personas y de los electrodomésticos del interior de la vivienda.
Estanqueidad y hermetismo de la edificación
Para evitar las corrientes de aire, teniendo en cuenta la ejecución de las juntas durante la construcción.
Ventajas de una Passivhaus
Las Passivhaus están diseñadas para ahorrar, ya que consiguen reducir en un 75% el uso tanto del aire acondicionado como de la calefacción, lo que significa una ventaja en el ahorro económico. Asimismo, el resto de la energía necesaria para el funcionamiento óptimo de la vivienda, se puede generar a través de fuentes renovables.
La Passivhaus consigue un aprovechamiento de la radiación solar, de la ventilación natural, de la inercia térmica, de los materiales y del propio terreno, optimizando los sistemas constructivos y las características del entorno, mejorando no solo la eficiencia energética sino la calidad de vida de sus habitantes.