Comprar una vivienda es una de las decisiones más importantes que tomamos a lo largo de nuestra vida, por eso es importante tener en cuenta algunos pasos si queremos tomar la decisión adecuada.
Lo primero que hay que pensar es si sabemos lo que queremos, porque aunque parezca una obviedad, muchas veces nos embarcamos en esta aventura sin tener las ideas claras. Hay que pensar en las necesidades tanto presentes como futuras al menos a medio plazo (ahora puedes tener una pareja y ser joven pero igual en un par de años tienes pensado tener hijos…) y por supuesto conocer cuál es nuestro presupuesto real y si podremos hacer frente a los gastos que supongan la compra.
Para todo lo anterior, es importante que cuentes con los profesionales, ya que ellos pueden asesorarnos en todo lo que necesitemos y así evitaremos hacer demasiadas visitas, ellos nos aconsejarán qué viviendas se adecúan más a nuestras necesidades y a nuestro presupuesto.
Una vez elegida la vivienda, hay que saber la situación de la misma, es decir, si tiene cargas financieras, si hay alguna deuda con las cuotas de la comunidad, etc. Es fundamental tener claras todas las condiciones para saber los gastos que implicarán, además de que si aceptas la compra de una vivienda con deudas no solo te haces cargo de las actuales sino de hasta tres años antes. Junto con esto, hay que informarse de los trámites y costes que supone la compra, ya que no es lo mismo comprar una vivienda nueva que una de segunda mano.
Después estos pasos, llega la formalización del acuerdo con el vendedor y la consecuente firma del contrato de arras. El más habitual es el de penitenciales en el que en caso de incumplimiento del pacto, si es el comprador perderá el importe de la reserva y por el contrario si es el vendedor deberá abonar el doble de la misma.
Como hemos mencionado, confiar en profesionales para que nos ayuden en todo el proceso de compra nos puede ayudar a encontrar la casa de nuestros sueños.