Si has decidido sacar rentabilidad a alguna propiedad con el alquiler, tienes que conocer ciertas cosas para que no haya problemas con el futuro inquilino:
- La fianza: el inquilino está obligado a pagar una fianza que le será devuelta sólo si a la finalización del contrato la casa se encuentra en perfectas condiciones y no hay ningún recibo pendiente.
- Pagos: el inquilino debe cumplir con el pago mensual en la cantidad y forma (metálico, mediante transferencia bancaria, etc.) que se haya estipulado en el contrato.
- Terminación del contrato: el arrendatario puede dar por finalizado el contrato transcurridos al menos seis meses de la duración del contrato y con un preaviso de 30 días. El propietario tendrá derecho a una indemnización, solo si se pacta previamente. Sin embargo, el inquilino tiene derecho a que se le prorrogue el contrato durante al menos 3 años si el inquilino así lo desea, con la salvedad de que el propietario necesite la vivienda para su uso como vivienda habitual, bien propio o bien de algún familiar directo.
- Vivienda: el inquilino está obligado a dejar la casa en las mismas condiciones en las que entró. Y a no ser que se especifique en el contrato, no podrá subarrendar la vivienda. Por otro lado, el propietario no podrá entrar sin permiso durante el tiempo en que la vivienda esté alquilada.
- Obras y reparaciones: según la ley, el inquilino se tiene que hacer cargo de las pequeñas reparaciones por el mal uso o desgaste de su parte. Por otro lado, el propietario tendrá que llevar a cabo las reparaciones relacionadas con la conservación del inmueble y en este caso, el inquilino está obligado a soportar la realización de esas obras. Y en ningún caso, el arrendatario podrá realizar ninguna obra por su cuenta.
No obstante, para cualquier duda y para evitar cualquier problema, lo mejor es acudir a los profesionales, en Finques Vallbona te ayudamos durante todo el proceso para que puedas alquilar tu vivienda rápidamente y con todas las garantías.